El romanescu


He visto un romanescu hoy en la frutería y no he podido evitar llevármelo. Parece como de otro planeta, con su color verde intenso y esas espirales anidadas. Me fascina, me quedo embobado mirándolo… Y además está bueno, un sabor suave entre coliflor y brócoli.

Uno de los ejemplos más llamativos de que la naturaleza habla en geometría fractal. El romanescu es una estructura cónica con protuberancias cónicas más pequeñas que se forman a su vez de otras estructuras cónicas, etc, etc, etc… Lo que matemáticamente se conoce con este hermoso término: autosimilaridad.